El camino hacia la formación del nuevo Gobierno va
despejando algunas dudas y dejando otras nuevas. Pese a que el PP ganó las
elecciones del pasado 20 de diciembre, y por tanto todas las miradas para
intentar formar gobierno apuntaban hacia el Presidente del Gobierno en
funciones, Mariano Rajoy, éste ha rechazado por dos veces la propuesta de ser
él quien intentase formarlo en primer lugar, por lo que el Rey Felipe VI ha
encargado dicha misión al candidato del PSOE, Pedro Sánchez.
Como todos sabemos, los resultados del 20-D fueron una
novedad. El actual panorama político también lo es. Por tanto, todo está siendo
una novedad a la hora de formar gobierno. Una de esas novedades es que por
primera vez el ganador de las elecciones no va a ser el primero en someterse a
la confianza del Congreso de los Diputados e intentar formar el Ejecutivo. Otra
novedad que llama poderosamente la atención es que el partido que va a intentar
formar gobierno en primer lugar (PSOE) ha conseguido sus peores resultados en
una elecciones generales (solo 90 diputados, nunca había bajado de 100).
Ahora bien, el camino que tiene Pedro Sánchez por delante no
es nada fácil, ni sencillo de saber que puede pasar a partir de ahora. La
formación de gobiernos en los sistemas parlamentarios siempre necesita
paciencia, demasiada a veces. Esta parece que será una de esas veces.
Como dice el artículo 99 de la Constitución, la primera
votación de investidura debe ser superada con mayoría absoluta (176 votos a
favor). De no alcanzar dicha mayoría absoluta, se celebraría una segunda
votación de investidura 48 horas después de la primera, en la que sería
necesario alcanzar la mayoría simple (más votos a favor que en contra, sin
contar las abstenciones) para superar la investidura del Presidente del
Gobierno.
Pero Pedro Sánchez lo tiene muy complicado ahora mismo para
formar Gobierno, a la vista de resultados electorales y declaraciones de los
candidatos restantes. Todos hablan de dos caminos para Sánchez: pacto con Ciudadanos
y abstención del PP por un lado, y pacto con Podemos e IU-UP (junto a
nacionalistas) por otro. Habría un tercer camino posible, pero rechazado por
Albert Rivera y por Pablo Iglesias: un pacto PSOE-Podemos-Ciudadanos. Me
centraré, por tanto, en los dos primeros caminos.
Primer camino:
Ciudadanos y PP
Es el favorito de algunas
viejas glorias del PSOE y por lo que Rajoy apostaba, salvando las distancias de
que para el actual Presidente debía ser el PP quien encabezara dicho pacto al ser
el partido más votado.
Sería investido en segunda votación, pero no es un pacto viable, ya que el Partido Popular ha dicho que no apoyará (ni con voto a favor ni mediante abstención) a un candidato que no sea Mariano Rajoy.
Segundo camino:
Podemos e IU-UP
Este es el pacto del “gobierno de cambio y progresista” que
propone Pablo Iglesias. El problema de este camino es que se necesitaría que
entraran en juego los nacionalistas catalanes: ERC y DyL. Y ambos han dicho que
su decisión es votar en contra de Pedro Sánchez. Si se mantienen firmes en ese
voto en contra, este camino sería imposible. También Ciudadanos ha dejado clara
su intención de votar en contra de cualquier pacto en el que esté presente
Podemos.
Para que Pedro Sánchez logre la investidura por este segundo
camino, es necesario que se abstenga uno de los partidos nacionalistas catalanes
mientras que los nacionalistas vascos voten a favor. Si los nacionalistas
vascos votan en contra, sería necesario el voto a favor tanto de ERC como de
DyL (178 a favor; 172 en contra). Podrían entrar en juego las abstenciones de
unos u otros, con lo que variaría la necesidad de apoyos del resto.
Lo que queda claro es que los nacionalistas catalanes tendrán
mucho más peso que los nacionalistas vascos en la negociación, ya que si ERC y
DyL votan SÍ y PNV y EH-Bildu votan NO, Pedro Sánchez sería investido, como
acabo de decir. Pero si ocurre lo contrario (nacionalistas catalanes votan NO y
nacionalistas vascos votan SÍ), el candidato socialista no lograría los apoyos
necesarios para superar la investidura (169 a favor; 180 en contra).
En política todo puede cambiar. Lo que hoy es blanco, mañana
puede ser negro y pasado mañana gris. Pero a día de hoy, y mientras el PP siga
rechazando apoyar a otro candidato que no sea Rajoy, mientras Podemos y
Ciudadanos sigan rechazando ir juntos en un pacto y mientras los nacionalistas
catalanes sigan convencidos de votar en contra, no hay investidura posible para
el candidato del PSOE. Las cuentas, hoy por hoy, no le salen a Pedro Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario