viernes, 9 de enero de 2015

Anaqueles vacíos, ideología vacía

Desde hace algún tiempo los supermercados venezolanos son víctimas de la escasez, del agotamiento. No llegan productos a sus estanterías. Estos días ha sido noticia (una vez más) esa escasez de productos. Son famosas las imágenes que nos ofrecían los ciudadanos venezolanos de los estantes vacíos de comida, bebida, etc., en los supermercados, hasta el punto de llegar a Twitter a través del hastag #AnaquelesVaciosEnVenezuela. Escasez bolivariana que lo llamo.





La ‘Robolución’

La revolución bolivariana ha degenerado en "robolución", donde la oligarquía chavista hace y deshace a su antojo en un país quemado por el socialismo y la falta de libertad.

En Venezuela impera lo que Chávez llamó ‘Socialismo del siglo XXI’ (La Robolución), el cual lo expresó de la siguiente forma: “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad". El amor y la libertad se quedaron por el camino. Con igualdad no hay libertad. Palabras vacías, igual que los anaqueles (las estanterías de los supermercados).

Este socialismo del siglo XXI no es más que el socialismo de siempre con el nombre de “siglo XXI” como si de una ideología modernizada se tratara, cuando en realidad es el socialismo de dos siglos atrás, con las mismas faltas de libertades y un estatismo que se come todo lo que encuentra a su paso.

El socialismo, ideología vacía

Como digo, el socialismo del siglo XXI al que se refería Chávez no es más que el socialismo de siempre. Y el socialismo es una ideología vacía.

Vacía de libertad, la cual es primordial en el individuo. ¿Qué libertad había en el nacional-socialismo hitleriano? ¿Y en el socialismo soviético? ¿Qué libertad hay en Cuba, donde los Castro siguen sin levantar el bloqueo de la dictadura, el principal bloqueo que debe terminar?

Vacía de futuro. La mirada anclada en el siglo XIX, sobre todo en Simón Bolívar en los países sudamericanos, como si de un Dios se tratara. Como dijo Alexis de Tocqueville, el socialismo es una nueva forma de esclavitud. En este caso una esclavitud fijada en la mirada al pasado. Y una esclavitud en la que el líder ordena y manda, y lo que diga éste, hacen los demás, como han demostrado los socialismos del resto del mundo a lo largo de la historia del socialismo.

Vacía de autocrítica. Los males que provoca el socialismo siempre se achacan al “maldito liberalismo”, aun cuando éste no existe en una sociedad latinoamericana, que como la española, es absorbida por el consenso. Un consenso bolivariano, basado en la imposición de las tesis de Bolívar como si de un dogma de fe se tratara, junto al socialismo, como en su día expresó Hugo Chávez. 

Viendo el socialismo como una ideología vacía, no sorprende que en Venezuela haya supermercados vacíos, o incluso se queden sin petróleo. Anaqueles vacíos por una ideología vacía.

Espero que el socialismo se vaya vaciando de apoyo, tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo, es un daño liberticida que debemos hacer frente desde el combate de las ideas. Hacer ver que libertad es mejor que planificación estatal, hacer entender que cada individuo maneja mejor su vida que el Estado, explicar que la libertad de expresión es algo básico y que no deben venir los políticos de turno a censurar lo que opines, lo que ves o lo que lees. 

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