sábado, 22 de marzo de 2014

¿Dignidad?

Hoy, 22 de marzo, una multitud de personas se concentra en Madrid bajo el lema de "Marchas de la Dignidad". Nada más lejos de la realidad.

Para empezar estamos en España, y por más que me empeño, no encuentro ni una sola bandera española. Entonces, ¿de qué dignidad hablamos? ¿De la de los españoles de hoy en día o la de hace 80 años en la II República? ¿Qué dignidad dicen defender?

Siguiendo dichas marchas me encuentro banderas de la URSS. Estos de la dignidad dicen querer democracia y manifestarse por y para ella. Por segunda vez, nada más lejos de la realidad. Si tienen como ejemplo de la democracia a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ¿cómo tienen la cara de pedir democracia? Lo que ellos defienden bajo esas banderas no es democracia (a lo mejor es moderno llevar banderas soviéticas y, sin saber qué significan, las llevan).

Uno de los mensajes más repetidos a lo largo de estos días de marchas (y a lo largo de toda la legislatura de Rajoy) es el rechazo hacia este "Estado opresor". Me hace gracia, irónicamente, que esta gente, en cuya ideología (de la mayoría) está la total intervención del Estado en todos los ámbitos de actuación de las personas, se queje precisamente de que el Estado sea opresor. Pero si es lo que defienden: que el Estado se meta en vuestra vida y os dirija cual juguete en manos de un niño. ¿A quiénes pretenden engañar? A mí no, desde luego.

Y como no, siempre con los camaradas. Malo es el Gobierno, que con sus medidas está dejando mal y peor a España. Pero para ellos, por ejemplo, no es mala la familia Bardem, que pese a pregonar el rechazo a la reforma laboral, despidieron a algunos trabajadores de su restaurante mediante un ERE (esos de que tanto se quejan). O tanto pregonar la sanidad pública, para luego cerrar una planta de un hospital privado para ellos solos.

De verdad, que no aguanto la hipocresía. Ni del que lo hace, ni del que lo defiende. Como ejemplo los Bardem, pero cada uno tendrá en la cabeza ahora mismo muchos ejemplos más de los camaradas progres.

lunes, 3 de marzo de 2014

Teatro: triste pero cierto.

Corría la veintena de días de febrero cuando se produjo el primer acto teatral que ha tenido lugar en los últimos días, cuando unos "verificadores" vinieron a España para reunirse con la banda terrorista ETA. En esa reunión se produjo lo que algunos han llamado "el desarme de ETA". Un supuesto desarme en el que se incluía lo siguiente:
  • Armas y munición: un fusil largo G3, dos pistolas Smith&Wesson de calibre 22, un revólver Smith&Wesson modelo Lady Smith, un revólver Arminius HW1G, varios blister de balas 38SP (300 balas en total), y 2 granadas de caga hueca Hepat. 
  • Entre el material explosivo, nueve paquetes de 500 gramos de pentrita (4,5 kilos en total), varios paquetes con azufre y clorato de sodio (8 kilos en total), un paquete de 4 kilos de clorato de sodio molido, una bolsita con 10 gramos de nitromanitola, una bobina con 120 metros de cordón detonante industrial de 15 gramos, y una bobina de 70 metros de docrón detonante industrial de 12 gramos. 
  • Por último, el material inutilizado se completa con otros dispositivos que pueden ser utilizados con fines terroristas, como dos temporizadores de cuenta-atrás, tres temporizadores de 24 horas, un temporizador con sensor electrónico de movimiento y tres temporizadores con sensor de movimiento de mercurio.
¿De verdad me van a decir que ese es todo el arsenal con el que cuenta ETA? ¿Me quieren hacer creer que 4 hombres van a certificar el desarme de una banda con más de 50 años de vida con un inventario de sólo dos páginas? Todos sabemos quiénes deben ser los verificadores que confirmen el fin de ETA: la Policía y la Guardia Civil. Única y exclusivamente. 
Aquí os dejo el vídeo del teatrillo de la "entrega de armas": https://www.youtube.com/watch?v=6k_z5vv_v84 (No hay quién se lo crea).

El segundo acto teatral de estos días se ha producido más recientemente. Concretamente, martes y miércoles de la semana pasada, en el debate sobre el estado de la Nación.
Comenzaba Rajoy, con aires de grandeza, a hablar sobre lo que él considera triunfos en sus dos años de Gobierno. Un discurso centrado solamente en la economía (recuerden que para este Gobierno "la economía lo es todo"). Ni una sola palabra sobre otros asuntos que interesan, y mucho a los españoles.

Después le tocaba el turno al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. ¿Qué quieren que les diga? Me parece que este señor - cabeza de nuestra casta política - debería irse ya a su casa. Un discurso basado en "la derecha tiene toda la culpa de la actual situación de España. Los 22 años de socialismo oficial (llevamos dos de socialismo encubierto) no han tenido la culpa". 
Y uno a uno cada partido de la oposición. Con el mismo ritmo.

¿Se dan cuenta? Uno presume de lo suyo, el otro le echa los trastos a la cabeza al uno. Fingen estar enfrentados para continuar con este teatro político. No son más que la misma mierda, perdón por la palabra, pero uno ya se desquicia ante tantos sinvergüenzas que sólo luchan por sus intereses y por mantener el PPSOE y no luchan por lo que de verdad tienen que trabajar: por España, una España mejor

El cambio empieza por uno mismo, abriendo los ojos y viendo que la política en España se ha convertido en toda una escenificación teatral. Aquí os dejo dos ejemplos, pero cada día vemos muchos (seguro que Vds. se están acordando ahora mismo de alguno más).
Mientras que no abramos los ojos de verdad y se siga votando a estos dos partidos, que hacen de ese bipartidismo, la política más rancia -política por llamarlo de alguna manera- que uno se puede encontrar, no habrá solución en España. Toca reflexionar -si no lo han hecho ya-. Es necesario.